jueves, 31 de diciembre de 2015

1 año de blog.

Mañana este blog cumple un año. Surgió como un propósito de año nuevo que llevaba años en estado de letargo. Y al fin  el año pasado impulsado por cierta compañia me atreví a montar esta bitácora digital en la que compartir las increíbles maravillas de la historia natural de la fauna, la cual es mi gran pasión.

He intentado compaginar la paleontología y la vida del pasado con la biodiversidad actual y por estas entradas de blog han pasado dinosaurios, pterosaurios, excavaciones paleontológicas, comportamiento sexual de insectos, proboscídeos, rinocerontes, mucho lobo e incluso infames películas de hollywood.  En este 2015 el blog ha recibido más de 11.000 visitas y os quiero agradecer el seguimiento y tiempo que habéis dedicado a leer aquellos textos sobre naturaleza que aquí comparto.

Es verdad que el blog ha tenido bajones, que no he escrito tanto como habría querido (llevo con una entrada guardada sobre migraciones desde la época del año en la que los papamoscas cerrojillos invadían el centro peninsular). También es cierto que intento prescindir al máximo de emplear material gráfico ajeno, siempre intento enseñaros material propio, como artista no me agrada mucho eso de apropiarme del trabajo ajeno, por lo que siguiendo este principio voy a compartir con vosotros algunas de mis experiencias salvajes del 2015 en forma de imágenes:






 Un macho de gamo (Dama dama) posando estoicamente.

 Un gavilán (Accipiter nisus), uno de los accipitriformes que más me cuesta encontrar por nuestros montes ibéricos, disfrutarlo es para mi un privilegio.

Pero he de reconocer que lo mejor sin duda ha sido la experiencia africa, y es que Botsuana enamora.

















Este jovencito de hiena manchada (Crocuta crocuta) me cayó especialmente bien. Previamente mi experiencia en campo con esta especie había sido muy limitada.


 Un precioso chacal de lomo negro (Canis mesomelas) una especie que siempre me saca una sonrisa y que siempre tengo ganas de disfrutar y que son un buen ejemplo de valores familiares.



 Mis queridos elefantes de sabana (Loxodonta africana), aunque este individuo no fué demasiado amable con nosotros (os recomiendo ver el video al respecto)

Los poderosos leones de Savuti, viejos conocidos a los que me alegró sobremanera volver a ver.



Un papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca), que todos los otoños es muy  visible durante unas semanas cuando están migrando.

Las cabras montesas (Capra pyrenaica), esos animales que parece que no son tan valorados localmente pero que son una de las joyas de nuestra fauna, especie única de la Península Ibérica.


Por un 2016 que nos traiga más historias y curiosidades sobre la fauna. Y os lo deseo con estos rinocerontes lanudos (Coelodonta antiquitatis).


martes, 29 de diciembre de 2015

La verdad del lobo, el patetismo ibérico (Conservación).

Como últimamente, pido perdón por no poder dedicarle más tiempo al blog. Llevo tiempo queriendo escribir sobre varios temas pero otras cosas me asaltan. Y hoy uno de esos asaltos es un tema sangrante y aciago para cualquier español con un poquito de cultura de naturaleza y algo de entendimiento.

Voy a volver a hablaros del lobo.




El lobo es una especie que difícilmente deja indiferente, a algunos les apasiona; otros valoran su necesidad ecológica como superdepredador en algunos ecosistemas. En otros casos, fruto de la sinrazón, de la desidia y de las supersticiones atávicas, es una especie odiada a muerte y perseguida hasta el exterminio.




El lobo es el verdadero gestor de los ungulados silvestres, su depredación colabora a mantener unas poblaciones estables de ungulados y otros vertebrados en relación a los hábitats que ocupan, su presencia es primordial y el pretender emular la compleja relación del lobo con el entorno en base a la escopeta y los números idílicos sobre papeles solo consigue degradar nuestra naturaleza.

La Península Ibérica fue el hogar de una enorme biodiversidad de especies de mamíferos que se vio reducida por la mano del hombre. Los ecosistemas quedaron empobrecidos y a día de hoy no son más que los despojos del poderoso lobby cinegético (una actividad que mueve millones de euro) y de lo poco que las personas hemos dejado como espacios naturales en una península degradada por la actividad ganadera y agrícola excesiva.

Es increíble escuchar las falacias expuestas públicamente por ignorantes que dicen "aquí nunca ha habido lobo, esto ha sido libre de lobos siempre y así ha de ser". Pues bien,  la península ibérica ha sido hábitat del lobo desde hace más de 800.000 años (Carbonell et al 1999). Nuestra especie entró en la Península a finales del paleolítico, teniendo fósiles de homo sapiens de hace unos 24.500 años (Duarte et al., 1999). Con esto, esa gente que alardea de cuando o no ha habido o debería haber lobos, debería cuestionarse quien ha compartido antes con quien estos hábitats ibéricos.Tambien hay que dejar algo claro. Ya no estamos a finales del Pleistoceno y los hábitats y la biocenosis han cambiado por la acción de la especie dominante, que somos los seres humanos. Somos un depredador y hemos cambiado el mundo en base a nuestras estrategias de superviviencia, pero al mismo tiempo somos una especie capacitada para escribir en blogs y plantearnos que es lo que hacemos y por qué. Ese es uno de los motivos para escribir esta entrada.

Estas polémicas en torno al lobo referidas previamente tienen un por qué social. En España el lobo es un animal político, es una figura de mentiras, es un reclamo económico. Al público general se hacen llegar innumerables "noticias" sobre el lobo, la mayoría de ellas falsas y con motivo de generar el desconocimiento y así amparar las malas prácticas sobre la especie. Es más, en España se tiende a intentar hacer creer que todo va bien, que se realicen las prácticas incorrectas que se realicen, la situación va a mejor, y eso es una mentira. Seguramente habréis leído eso de que España cuenta con una muy saludable y envidiable población de lobo con unos 2000 lobos en 2008 y dicen que unos centenares más ahora para el 2015. Todo esto claro, dicho desde los despachos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (ojo al orden de los campos del ministerio) y por empresas consultoras que trabajan preparando papeles para las administraciones públicas. En el caso de Castilla y León, se tiende a hacer un supuesto censo de lobo cada 10 años que se divulga como oficial y científico. Hace no mucho se ha publicado un "censo" del lobo ibérico en 2012/2013 para la Comunidad de Castilla y León (Saenz de Buruaga et al., 2015). Este censo está realizado por una sociedad lucrativa que tenía que cumplir con lo pedido y propuesto (intereses) de consejerías y administraciones de la comunidad autónoma. Los resultados de este censo divulgan una población estimada en 179 manadas y 1600 ejemplares mínimos para la Comunidad de Castilla y León, adjudicándose así el 64 % de la ficticia población de lobo ibérico en España. Si atendemos a que dicen que hay 179 manadas y 1600 ejemplares (Saenz de Buruaga et al., 2015). Estos resultados nos dan una asombrosa media ficticia de 8,9 lobos por grupo. Esta media de individuos por manada no tiene base científica, primero porque por parte de este censo, no se conoce a esos individuos como tal y lo que se hace es aplicar un numero en forma de suposición. Además con esos números (y si se consulta en  el trabajo que empleaban sonidos de cachorros para estimar el número y ubicación de los grupos) parece indicarse que se están considerando los cachorros como población efectiva, cuando eso es algo ineficaz debido a la mortandad infantil y a que esos individuos juveniles no son representativos de una población estable.


La sociedad de los lobos se basa en una pareja dominante, que son los únicos individuos que se reproducen dentro del grupo normalmente. Esto actúa como un mecanismo regulador del número del número de lobos, propio de la especie. Y es que un carnívoro social y territorial necesita unos recursos y un territorio donde estos se encuentran y esto hace que los números no puedan ser excesivos. Cuando se suele decir a la ligera "hay muchos lobos" "hay que controlar su número", no se dicen más que falacias.

La realidad es que utilizan un sistema de contacto (sonoro y escasamente visual) y de muestreo de excrementos sin reconocimiento de individuos dentro de un grupo, sin reconocimiento de cada animal y sin conocer el número real de animales en cada grupo, extrapolando un número que ellos consideran es el apropiado. Esta metodología no aporta los datos para poder reconocer un número de animales. Estos procesos explican la falacia de que por ejemplo en la provincia de Ávila, estos técnicos y señores del sector privado den un número de 6 manadas, muy próximas entre si a la que les aplican luego su media de sus 8 lobos por manada y tan a gusto. Esta falta de profesionalidad y de metodología científica es una errónea y es una farsa, ya que lo que están haciendo es asumir manadas de lobos distintas en localizaciones donde hay evidencias de la especie, pero sin haber hecho un estudio de campo sobre esos individuos, por lo tanto sin reconocerlos ni saber realmente que animales y quienes  hay ahí. La realidad de todo esto, es que en este caso de Ávila se está contando como animales distintos a un único individuo, por el simple hecho de que no se han parado a estudiar y reconocer a los animales como tal. Un ejemplo es el de un individuo fototrampeado por científicos titulares del CSIC en tres localizaciones, siendo un individuo reconocido, cuya localización en ese mapa de distribución del censo oficial que nos venden a todos se presenta como 3 grupos de animales distintos, que pueden resultar en que dicen que hay entre 15 y 6 animales donde puede haber 1 o 2.  Todo esto por el oscuro y dañino interés de que es bueno para ellos decir que hay muchos lobos e inflar los números, para que todo quede bonito de cara a Europa y de cara al mundo de la conservación y así poder justificar las malas prácticas de ciertos lobbys y sectores de cara a esta especie. Ya en un estudio previo especializado (Fernández Gil et al., 2010) se dejó bien claro que no se puede tomar como una referencia reseñable la presencia de un animal con su distribución habitual o su existencia estable en una zona, pero parece que a la gente que realmente hace trabajos serios y que son expertos en el tema no se les considera, es mejor actuar de forma privada y sin principios.

La Sierra de la Culebra se considera por algunos (Oliveros 2004) como uno de los puntos del mundo, con mayor densidad de lobos por km (dicen que 5-7 individuos cada 100 km2) y es así divulgado por administraciones, lobbys cinegéticos, sector turístico etc. Se suele emplear en los medios de comunicación hacia el público como un ejemplo para decir ese repetitivo y falso "hay muchos lobos". Pues bien, dando un golpe de realidad a estos cuentos de viejas sobre  números, Soria Perille & Cruz Flores en 2015 han realizado un estudio que reduce a la mitad el número de manadas de lobos en "el paraíso lobero" que es la Sierra de la Culebra. ¿Por qué públicamente se ha dicho y se dice que hay más de los que realmente hay? Por ciertos sucios motivos. Por un lado si se dice que hay muchos se les "puede" matar, porque al haber tantos lobos ficticios, quizás si fueran reales podrían reponer sin demasiados problemas esos efectivos demográficos perdidos. Por otro lado, España queda como un país conservacionista con una naturaleza perfectamente preservada, todo ello humo, claro está. Además, matando lobos se cumple un tercer propósito, que es el ganar votos de población cabeza hueca que ve al lobo como un mal, como un enemigo extraterrestre digno de una película de Hollywood y que ve a  aquellos que matan lobos o que facilitan su muerte como esos salvadores norteamericanos que salvan al mundo de los aliens. Y esa mentalidad tan absurda y arcaica se traduce en votos o influencia en la población.


Ahora seamos sinceros y empecemos a sacar conclusiones reales. Los individuos inmaduros no deberían ser considerados como efectivos de cara a pretender presentar una población estable. Esto tiene una explicación simple, la supervivencia juvenil es reducida y no es reseñable el considerar como efectivos demográficos individuos que van a desaparecer y que no van a formar parte real de esa supuesta población. La realidad es que la supervivencia juvenil es improbable desde el nacimiento y es muy limitada en invierno, con una tasa de supervivencia de un único cachorro al año. Esto implica también una muy lenta tasa de reposición demográfica.

Ahora hablemos de la situación real y no de la información falsificada y/o errónea que nos venden medios de comunicación y administraciones. La manada de lobos del centro peninsular y de las regiones castellanas cuenta con una media de 3,2 a 3,7 individuos por manada, datos obtenidos por investigadores del CSIC a partir de seguimiento directo por fototrampeo y por recogida de muestras, y no por extrapolación de números en la localización de restos como pretenden colarnos desde la administración. 3.2 y 3.7 son unos números muy distintos de esa media ficticia de 8,9 lobos están vendiendo públicamente. Si tomamos que hay esas 179 manadas y les ponemos que tienen de media cuatro individuos de una forma más o menos estable y representativa para el conjunto de la especie en Castilla y León, pues bueno, tendríamos unos 716 lobos (y he puesto 4 por grupo, que no 3.7 que quizás sería más apropiado.) 716 chocan brutalmente contra los 1600 que nos dicen los medios oficiales ¿o no? es casi un tercio de lo que nos dicen. En 2015 y hasta febrero de 2016 se permite abatir legalmente dentro de actividades cinegéticas a 140 lobos. Si tuviéramos 1600 lobos en esta Comunidad podríamos decir se abaten dentro de la actividad cinegética legal un 8,75% de los individuos de la especie. Pero como esos 1600 no se los puede creer nadie salvo aquellos que se lucran con la venta y destrucción de la biodiversidad, la realidad es que si lo comparamos con una también supuesta población optimista de 716 animales se estarían abatiendo un 19,53% de los animales. ¿Cabe suponer que en un carnívoro social territorial como es este en el que únicamente se reproducen 2 individuos del grupo social, hay una tasa de reposición anual de más del 20% que sea aceptable para la especie?... quizás sea un ignorante, pero opino que no. Y ya no solo eso, sino que esa población sufre bajas por furtivismo, muerte por motivos naturales y otras causas antrópicas (al sur del Duero por ejemplo en 6 meses hemos perdido 3 individuos por atropellos).Y es que al sur del Duero, donde la especie está protegidísima sobre el papel, se sigue eliminando a estos animales, demostrándonos a todos los ciudadanos lo que significa en este país el ser "fauna protegida". En Ávila y Salamanca  por ejemplo, algunas de esas personas que se supone son las que nos deben garantizar una protección de nuestra naturaleza son las que matan al lobo por peticiones de organismos y personajes públicos (pinchar aquí si quieres ver noticias al respecto: noticia 1, noticia 2, noticia 3)

Y siempre esta gente que está en un cargo, un cargo que para ostentar deberían tener conocimientos y no son capaces de leerse unos papers ni de salir al campo para adquirirlos, es la que luego te dice que se abate al lobo para prevenir ataques al ganado. Pues bien panda de mentirosos, eso no funciona así. El lobo va a atacar más al ganado si se le estresa y se mata a sus individuos, y eso es así con el lobo aquí en España (Fernandez Gil 2013), con el lobo/dingo en Australia (Wallach 2009), en Norteamérica (Wielgus y Peebles) e incluso en otros depredadores sociales como el león o no sociales como el puma (Smith et al., 2015). Y es que el lobo, por su etología y ecología, es un animal al que para gestionarle, hay que protegerle. En España tenemos una vergonzosa forma de asociar el término gestión de fauna con "eliminación de invidivuos"... algo vergonzoso si comparamos con otros lugares donde el concepto gestión es sinónimo de conservación. Pero aquí incluso cuando una especie está protegida por ley en X localizaciones geográficas se la mata diciendo que se la está gestionando. Y amigos mios eso no es gestión. Un problema enorme de este modelo tan europeo de "gestión" es el mundo cinegético. El lobo es un animal que como todos sabemos, se caza legalmente en X provincias (ilegalmente también se le caza, incluso estando protegido se le elimina como habéis visto ahí arriba). El que el lobo se caze en este país, vuelve a demostrar la falta de conocimiento por parte de esta gente que tiene en sus manos el poder de gestionar nuestra naturaleza. Para empezar, como ya ha demostrado múltiples estudios científicos publicados en imporantes journals, la caza cinegética afecta considerablemente a los depredadores y más a los lobos. A estos por ser animales sociales y jerárquicos con un núcleo social muy cerrado, la pérdida de uno o varios individuos de un grupo les afecta gravemente, desestabilizando sus estrategias y conductas y generando comportamientos que podrías calificar como no deseados. Ahora añadamos que cuando los señores del lobby cinegético pagan una pasta por cargarse un lobo, lo que ellos quieren es el trofeo y no van a contentarse con el inexperimentado lobato del año anterior no, ellos quieren matar un macho alfa para fardar de bicho (poniéndole algún palo en la boca al cadáver para enseñar los dientes o otras cosas aún más cutres). Si matas a un individuo reproductor, te cargas la manada. Si matas a un individuo joven de grupos sociales que tienen unos 4 animales, es probable que estés condenando la capacidad de ese grupo para existir, no poder explotar los recursos naturales que ellos necesitarían de forma natural y hacer que se dispersen o que cambien su comportamiento de forma catastrófica para poder sobrevivir. Si atendemos a lo que son los lobos, y cual es su situación natural en España, a nadie con un mínimo de conocimiento se le pasaría por la cabeza el abatir animales de esta especie.

Tristemente el problema del lobo no es solo este, es que los espacios naturales donde este animal debe habitar están prostituidos a los poderosos lobbys económicos de los grandes negocios nacionales. No es para nada lógico que en Parque Nacional, como es Picos de Europa, se esté intentando exterminar a la especie. Un Parque Nacional, que sobre el papel tiene esta figura porque es la figura de máxima protección del patrimonio natural, pero que luego es el feudo de aquellos que se lucran con sus propios negocios a costa del patrimonio de todos, y así con todos. No puede ser que se elimine y degrade el hábitat del lobo en aquellos espacios que están catalogados como protegidos, haciendo que el animal pierda sus presas naturales y sus espacios habitables. No es normal que en un espacio natural o protegido haya un porcentaje altamente mayor de reses domésticas que de ungulados salvajes. Y no puede ser que se eche la culpa al lobo de la dejadez y abandono de las reses en  extensivo en el medio rural.

En este país se habla mucho del lobo, para ganar votos, para ser un machote, por postureo, por una visión mística de él. Yo aquí os expongo un repaso de su situación. Un expongo una información justificada (durante el texto habéis visto las referencias) y os expongo una situación actual.

Pero si en este país se sigue haciendo caso a la gente que dice que no se sabe por qué llueve. A la gente que justifica sus prácticas con datos falsos y con justificaciones que se han demostrado son inútiles y contraproducentes y anticientíficas. Si vosotros que decís que os gustan los animales no os informáis, dejáis de tragaros las mentiras que nos dicen por la televisión y los periódicos, y os cabreáis por la situación real de nuestra fauna, dentro de unos años tendremos cupos abatimiento de 140 lobos y los estudios independientes habrán demostrado una población efectiva de 50 animales y ya será demasiado tarde, que parece que es lo que esta gente quiere.


Por un lobo ibérico, vivo, libre y patrimonio de todos los españoles, portugueses y ciudadanos del mundo.


A quien quiera contradecir algo de lo expuesto arriba, que replique a los trabajos referenciados aquí abajo:

Referencias de interés



E. Carbonell, M. Esteban, A. Martin Najera, M. Mosquera, X.P. Rodriguez, A. Olle, R. Sala, J.M. Verges, J.M. Bermudez Castro and A.I. Ortega. 1999. The Pleistocene site of Gran Dolina, Sierra de Atapuerca, Spain: a history of the archaeological investigations. Journal of Human Evolution

 Duarte, C., Maurício, J., Pettitt, P.B., Souto, P., Trinkaus, E., van der Plicht, H., Zilhão, J. (1999): The early Upper Paleolithic human ske-leton from the Abrigo do Lagar Velho (Portugal) and modern human emergence in Iberia.  Proceedings of the National Academy of Sciences, U.S.A.  96, 7604-7609.   doi: 10.1073/pnas.96.13.7604

C. Soria Perille & M. Cruz Flores. 2015. Iniciativa independiente de estimación de los grupos reproductores de lobo ibérico en la Sierra de la Culebra, Zamora. Quercus.

Fernández-Gil, A., Álvares, F., Vilá, C. y Ordiz, A. (eds.) (2010).  Los lobos de la Península Ibérica . Propuestas para el diagnóstico de sus poblaciones. ASCEL, Palencia. 208 pp

Fernández Gil, A.  2013 “Comportamiento y conservación de grandes carnívoros en ambientes humanizados. Osos y lobos en la Cordillera Cantábrica” tesis doctoral

Justine A. Smith, Yiwei Wang, Christopher C. Wilmers Proc. R. Soc. B 2015 282 20142711; DOI: 10.1098/rspb.2014.2711. Published 21 January 201 

 Oliveros, Roberto Carlos.2004  La Sierra de la Culebra. Tras la Cuna del Lobo Revista El Ecologista nº 40. 

Saenz de Buruaga et al., 2015 Censo Regional de Lobo Ibérico (Canis lupus) en la Comunidad de Castilla y León 2012- 2013. CRN SLJunta de Castilla y León Gobierno de España 

Wallach, A.D., Ritchie, E.G., Read, .J y O’Neill, A.J. 2009. More than Mere Numbers: The Impact of Lethal Control on the Social Stability of a Top-Order Predator. PLos One

Wielgus, R.B. y Peebles, K.A. 2014 Effects of wolf mortality on livestock depredations PLoS One